Josep Plá, el arte de adjetivar

 
 
 PPG – FNFF
 

   Josep Pla Casadevall, nació en Palafrugell, Gerona, el 8 de marzo de 1897. Escritor y periodista en lenguas catalana y castellana. En 1918 se trasladó a Barcelona para estudiar Medicina, que abandonó poco después, para licenciarse finalmente en Derecho en 1919.
 
 
   Colaboró regularmente en distintas publicaciones: Las Noticias; La Publicidad; y La Veu de Catalunya y ejerció como corresponsal de prensa en varios países de Europa. En 1921 es elegido diputado de la Mancomunidad de Cataluña por la Lliga Regionalista en su comarca natal. En abril de 1931, la misma mañana de la proclamación de la república, es enviado a Madrid por Cambó como corresponsal parlamentario de La Veu. El dietario madrileño de esos meses, de gran valor histórico, está recogido en su obra Madrid. El advenimiento de la República. Permaneció en la capital de España durante casi todo el periodo republicano 1931-1936, ejerciendo de cronista parlamentario.
 

   Poco a poco se va desencantando con el curso que toman los acontecimientos hasta considerarlo una completa «locura frenética y destructora». Alegando razones de salud, abandona un Madrid convulso y muy peligroso pocos meses antes de comenzar la Cruzada de Liberación Nacional. Tampoco Barcelona le parece segura y huye en barco de la Cataluña roja en dirección a Marsella, en septiembre de 1936, en compañía de Adi Enberg, ciudadana noruega nacida en Barcelona con la que mantenía una relación formal desde años atrás. Adi Enberg trabajaba para SIFNE, el Servicio de Información de la Frontera Noreste, un servicio de espionaje del Ejército Nacional financiado por Francesc Cambó, tareas con las que colaboró también Pla, por ejemplo, durante su estancia en Marsella.
 
   Continúa su exilio en Roma, donde escribe por encargo de Francesc Cambó buena parte de la monumental Historia de la Segunda República Española, publicada en 1939. En el otoño de 1938, Adi Enberg y Pla se desplazan a Biarritz y desde ahí logran llegar a San Sebastián e incorporarse a la España Nacional. Se afilia a Falange y colabora con su Delegación Nacional de Prensa y Propaganda. En enero de 1939 entra en Barcelona integrado en las Tropas Nacionales, junto a Manuel Aznar y otros periodistas.
 
   Entre febrero y abril de 1939, en que acaba la contienda, se convierte en subdirector de La Vanguardia Española, bajo la dirección de Manuel Aznar. En septiembre de 1939 publica su primer artículo en Destino, el semanario que sus amigos catalanes crearon en el Burgos Nacional y en el que empezará a escribir semanalmente unos meses después, desde febrero de 1940. También en ese 1940 colaboró en el diario falangista Arriba.
 
   Asume su condición personal de hereu (heredero primogénito) y pequeño propietario rural, al heredar la masía familiar en usufructo, y nunca más volverá a residir en Barcelona. Gracias a su colaboración regular con la revista Destino, de la cual acabará siendo uno de sus principales impulsores, vuelve a viajar por el mundo, ya no como corresponsal, sino como periodista observador, lo que le permite realizar magníficos reportajes: visita Francia, Israel, Cuba, Nueva York, Oriente Medio, América del Sur, la Unión Soviética… Pla tenía predilección por los viajes en lentísimos petroleros, que le permitían escribir tranquilamente sus obras y prescindir de las distracciones derivadas del contacto con turistas.
 

   A comienzos de los años 60, el nacionalismo antiespañol catalanista le van marginando, pese a ser ya entonces el escritor más leído en lengua catalana: no le perdonan su apoyo a los Nacionales durante la Cruzada de Liberación Nacional, ni su convivencia con el Régimen del 18 de julio. Su actitud desdeñosa hacia la izquierda política y hacia algunas figuras políticas y culturales catalanistas hizo que, al igual que sucedió con Dalí, la cultura progresista le negase el pan y la sal en forma de premios: fue muy criticada y controvertida la negativa a concederle el Premio de Honor de las Letras Catalanas, la máxima distinción política concedida a los escritores en Cataluña. Estas cosas hicieron que le alejasen de su revista de toda la vida: Vergés vendió Destino a la Banca Catalana de Jordi Pujol, que le censuró un artículo crítico con el Portugal revolucionario, y Pla abandonó la revista en 1976, tras 36 años de colaboración semanal ininterrumpida, y no se le reconociese completamente su valía hasta varios años después.
 
   No obstante, a pesar del vacío que muchos le hacían, y ya con 80 años, no por ello dejó de expresar su opinión, en esos primeros años de la transición:
 
«La izquierda ha hecho siempre lo mismo: su aberración de la realidad del país la mantiene, como siempre, en su ignorancia antediluviana. Hablan mucho, pero no dicen nada. […] Quieren ante todo ganar las elecciones y, una vez sentados en sus poltronas, hacer todo lo contrario de lo que han prometido.»
(Notes del capvesprol, 1979)
 
   Su obra, muy extensa, abarca la crónica de viajes, los estudios biográficos e históricos, la novela y el relato, aunque su temperamento era poco dado a la ficción literaria. Enemigo de la retórica y la falsa ornamentación, su estilo se caracterizó por su equilibrio y por una aparente sencillez, al servicio de una aguda capacidad de observación, por lo que sus descripciones, de gran plasticidad, son capaces de captar los más leves matices de la realidad con características anti convencionales salpicadas de pintoresquismo. Es uno de los prosistas que mejor adjetivó.
 
   Entre sus obras, destacan: Linterna mágica (1926); Cartas de lejos (1928); Francesc Cambó (1928-1930); Viaje a Cataluña (1934); La calle estrecha (1951); y Contrabando (1954); Viaje en autobús. En 1956 inició la publicación de sus Obras completas, encabezadas por su dietario El cuaderno gris, título capital que consagra su importancia como escritor. Entre sus últimas obras cabe destacar Notas para Silvia y Ver Catalunya. Su Historia de la segunda república española, publicada en 1939, no se ha incluído en sus Obras Completas. Falleció en Llufríu, Gerona, el 23 de abril de 1981.         
 
 

Publicado

en

por