K-HITO, el emperador de la historieta española

 
PPG – FNFF 
 
K-Hito era el pseudónimo de Ricardo García López. Nació en Villanueva del Arzobispo, Jaén, en 1890. Escritor, cronista taurino, caricaturista, historietista, productor, director de cine y editor de revistas, que se adscribe a la generación del 27.
 
   Tomó el seudónimo de K-Hito como una manera jocosa de considerarse «El emperador de la historieta española», al estilo de Hiro Hito. Su nombre, Ricardo, derivó pronto en Ricardito, para llegar, pasando por Caito, a su pseudónimo.
 
   Aprendió a dibujar casi al tiempo que a hablar, a los cuatro años. Trasladada su familia pronto a Alicante, perfeccionó su dibujo en la Academia Parrilla, compaginando sus dibujos pronto con la crítica taurina y el trabajo de empleado de Correos, donde a buen seguro tomó la inspiración para su burocrático Gutiérrez, personaje y cabecera de la revista que más fama le dio y donde coincidieron un buen número de genios. Fue amigo y colaborador de Gabriel Miró.
 
   El trabajo en Correos le hizo trasladarse a Valencia en 1907, donde empezó a colaborar con revistas de humor e hizo su primera exposición en el Círculo de Bellas Artes en 1912. Fundó el seminario satírico ¡Maura sí! y ¡Mauricio!, colaboró en La Tribuna, El Imparcial y fue Director del semanario Gutiérrez, lleno de retratos de la vida cotidiana donde el sarcasmo atacaba al gobierno republicano, al estatuto de Cataluña… además de mantener sus colaboraciones con Nuevo Mundo, La Tribuna, Buen Humor, El Imparcial, Informaciones
 
   En 1932, junto con otro mago de la caricatura, Xaudaró, crearon una empresa dedicada a la creación de dibujos animados. Lamentablemente, prácticamente todas las películas parecen desaparecidas.
 
   Dirigió también las revistas infantiles Macaco y Macaquete, además de ser el alma de Gracia y Justicia, bestia negra de Manuel Azaña al que sin piedad ridiculizaba número sí, numero también, y participó en Le Journal, Pinocho, ABC, Blanco y Negro, El Debate, Ahora, etc…
 
   Durante el Alzamiento Nacional estaba en Valencia y tuvo que refugiarse, escapando de la furia de los milicianos rojos que alguna vez ridiculizó y que querían lavar aquella afrenta con sangre. Como la fama la tenía K-Hito y no Ricardo García, pasó la Cruzada de Liberación Nacional escondido tras su verdadero nombre, como profesor de caligrafía, en lo que podría haberse llamado de haber sido descubierto “nido de facciosos”: la Academia Comercial Morales, situada en la esquina de Pi y Margall con Martínez Cubells, la misma finca de los Almacenes Cuadrado, donde compartiría vivencias con otros profesores que se escondían como él de una muerte segura: militares, altos cargos cesados, falangistas o Sacerdotes. Los alumnos, entre los que figuraba un niño de diez años llamado Fernando Vizcaíno Casas, o bien nada sospecharon, o bien supieron guardar muy bien el secreto.
 
   Se pudo pasar a Zona Nacional y se afilió a Falange. Colaboró en el semanario de las juventudes falangistas Flecha, nacido en San Sebastián el 23 de enero de 1937, que se fusionó a finales de 1938 con el semanario infantil de la Comunión Tradicionalista Pelayos, formando la revista Flechas y Pelayos. Igualmente lo hizo en La Ametralladora, revista para los Combatientes Nacionales que fue el antecedente inmediato de La Codorniz.
 
   Una vez acabada la contienda, retornó como crítico taurino, escritor y humorista. Dirigió Dígame y publicó en Ya e Informaciones.
 
   Su pueblo, en 1949, le dedicó una calle y le convirtió en Hijo Predilecto. A él se debe el rebautizo de Manolete como El Monstruo y consiguió que Manolete y Carlos Arruza, enemigos irreconciliables, se dieran un abrazo en Villanueva del Arzobispo dejando a un lado los problemas que les dividían.
 
   Es considerado como uno de los pioneros y de los mejores directores de cine de animación de la era, comparable en su momento con Walt Disney o Max Fleischer (creador de Betty Boop).
 
   Obra Cinematográfica, como director y escritor:
En los pasillos del congreso (1932);
Falsa noticia de fútbol (1932);
El Rata primero (1932);
La vampiresa Morros de Fresa (1932);
Francisca, la mujer fatal (1934).
 
   Escribió las siguientes obras:
Carmen y Raphael (1940);
Manolete ya se ha muerto. Muerto está que yo lo vi (1947);
Yo, García (1948);
¡Hasta luego! (1950);
Anda que te anda (1954);
El álbum de K-Hito (1973).
 
   Falleció en Madrid en 1984.
 
 
 

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