Lucio del Álamo, el periodismo sincero y efectivo

 

 

Lucio del Álamo Urrutia nació en Saracho, Álava, el 2 de marzo de 1913. En sus tiempos juveniles, fue extremo izquierdo del equipo de fútbol Athletic de Bilbao. Estudió Derecho y Filosofía y Letras en Deusto, Vizcaya, y en Valladolid. Periodista de la escuela de El Debate.

 

   En 1934 ingresó como Redactor en La Gaceta del Norte, de Bilbao. Fue militante de las JONS, y al fusionarse estas con Falange Española pasó a formar parte de la nueva FE de las JONS. Durante la Cruzada Nacional de Liberación combatió en el Frente de Asturias. Finalizada la contienda, fue Concejal del Ayuntamiento de Bilbao y, más tarde, Diputado de la Diputación Provincial de Vizcaya.

 

   Fue Delegado Provincial de Educación Popular en 1940; Director de la Hoja del Lunes de Bilbao nombrado en 1940; Director de Radio Nacional de España, designado en 1943; Jefe Nacional de Radiodifusión en 1944; Delegado Nacional de Prensa del Movimiento en 1946; Desde abril de 1951 a marzo de 1955 fue Presidente de la Asociación de Prensa de Madrid, y luego otra vez desde abril de 1967 a diciembre de 1978: en total, 15 años y 8 meses; y también fue Presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de la Prensa de España y de la Mutualidad Laboral de Periodistas; Director de Marca, en 1947.

 

Caricatura a Lucio del Álamo en Blanco y Negro (18/3/1976) 

 

   En marzo de 1965 fue nombrado Presidente del Sindicato Provincial de Prensa, Radio, Televisión y Publicidad; Vocal del Consejo Nacional de Prensa en 1966; Director del diario El Alcázar, entre 1968 y 1971; Director de la Hoja del Lunes de Madrid, entre 1973 y 1977.

 

   Fue fundador del semanario 7 Fechas y de otras publicaciones y dirigió las revistas Crítica y Careta. Fue Procurador en Cortes de 1950 a 1954 y de nuevo a partir de 1964. En 1965 recibió el Premio Nacional de Periodismo “Francisco Franco”, por sus artículos publicados en Arriba; Hierro de Bilbao; La Actualidad Española; y la Hoja del Lunes de Madrid.

 

   Ese mismo año obtuvo el Premio de Artículos periodísticos sobre Zurbarán; y en ese 1965 fue también designado “Mejor Articulista del Año” en el diario vespertino de la Organización Sindical Pueblo. Fue Premio “Mariano de Cavia”, en 1970; y nombrado “Periodista de Honor”, en 1976.

 

   Destacar que como Presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid pudo ver hecho realidad su sueño de proporcionar a los periodistas las viviendas dignas y a precios asequibles que necesitaron y, también bajo su presidencia se construyó la Ciudad de los Periodistas, en el norte de Madrid, una urbanización de quince torres, divididas en cinco bloques, que fueron bautizados con los nombres de periodistas ilustres: Larra, Cavia, Camba, Balmes y Azorín, que contenían 1.010 viviendas, y que se vendieron a precios muy por debajo de los del mercado a todos los periodistas de la Asociación que lo desearon, más de 700, casi el 75 por ciento de los socios.

 

   Entre sus obras, destacan: Charlas de España; El último muerto de la Guerra de España; Los Gibraltareños  económicos, etc. Falleció en 1988.