María Jesús Valdés Díaz, gran acriz de Teatro, procedente del TEU

 
 
PPG – FNFF 
 
 
María Jesús Valdés Díaz nació el 26 de enero de 1927, en Madrid. Debutó sobre los escenarios en 1944, con 17 años y con la oposición de su familia. Mientras cursaba estudios en el Instituto Beatriz Galindo de Madrid, comenzó a interesarse por la interpretación, que estudió con Carmen Seco y Ricardo Calvo, debutando con El retablo de las maravillas, de Miguel de Cervantes, en el falangista TEU, Teatro Español Universitario, que fue un foco de inquietud para todos los estudiantes y en el que se hicieron cosas fabulosas, porque había entusiasmo. Fue también con el TEU cuando, poco después, interpretó La prudencia en la mujer, de Tirso de Molina; y En Flandes se ha puesto el sol, de Eduardo Marquina, bajo la dirección de Modesto Higueras, director del TEU. La mayor parte de su carrera estuvo dedicada al teatro, aunque también hizo cine y televisión.
 
   Poco después, formó parte del elenco de la obra de Vicente Escrivá, Dios con nosotros, bajo la dirección de Cayetano Luca de Tena, quien la animó a que se integrase en el Teatro Español. En octubre de 1949 Cayetano Luca de Tena, al frente del Teatro Español, le brindó la oportunidad de convertirse en primera actriz de teatro. Teniendo la posibilidad de estrenar Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo. Ese mismo año, estrenó también la que sería la última obra de Enrique Jardiel Poncela: Los tigres escondidos en la alcoba. En 1952 volvió a estrenar a Buero Vallejo en La tejedora de sueños. En esa época se inició en el mundo del doblaje y realizó también sus primeras incursiones cinematográficas, participando en Catalina de Inglaterra (1951); y en La laguna negra, ambas de Arturo Ruiz Castillo.
      
   En 1953 pasó a formar parte, como primera actriz, de la Compañía del Teatro María Guerrero, en la época en que estaba dirigido por Alfredo Marqueríe, interpretando, entre otras obras: Murió hace quince años, de José Giménez-Arnáu, dirigida por Modesto Higueras. Después, creó su propia compañía con su propio nombre, junto a José Luis Alonso, y en la que también se integraron, entre otros: Jesús Puente, Alicia Hermida, María Luisa Ponte, Julieta Serrano, Agustín González y Francisco Valladares, participando en todos los Festivales Internacionales del momento y teniendo ocasión de interpretar, entre otras obras: Don Juan Tenorio (1950), de José Zorrilla, en el papel de Doña Inés; El gran minué (1950), de Víctor Ruiz Iriarte; Cuando el trigo es verde (1953), de Emlyn Williams; La fierecilla domada (1953), de William Shakespeare; Medida por medida (1955), de Shakespeare; Electra (1955), de Sófocles; El mejor alcalde el rey (1955), de Lope de Vega; Mancha que limpia (1955), de José de Echegaray; El cuarto de estar (1956), de Graham Greene; La Celestina (1956), de Fernando de Rojas; Llama un inspector (1951) y El fin del paraíso (1956), ambas de J. B. Priestley; El mensajero (1956), de Jaime Salom; La feria de Cuernicabra (1956), de Alfredo Mañas; o Macbeth (1957) de Shakespeare, en los Festivales de Sevilla. Otras obras son: Adelè o la margarita (1950), de Jean Anouilh; Colombe (1953), de Jean Anouilh; La hora de la fantasía (1954), de Anna Bonnacci; Usted no es peligrosa (1955), de Víctor Ruiz Iriarte; El hijo pródigo (1955), de José de Valdivielso; y El amor de los cuatro Coroneles (1957), de Peter Ustinov.
 
   En 1957 contrajo matrimonio con Vicente Gil, Médico personal del Caudillo Francisco Franco, y se apartó de los escenarios para dedicarse a la vida familiar. Era una gran admiradora de José Antonio Primo de Rivera y de Francisco Franco. Volvió a los escenarios 11 años después de quedar viuda de su marido Vicente Gil, con la insistencia de Juanjo Seoane y de Juan Carlos Pérez de la Fuente y  animada por Adolfo Marsillach y Nuria Espert.
 
   Regresó con la obra La dama del alba, de Alejandro Casona, en el Teatro Bellas Artes de Madrid, con dirección de José Tamayo. Desde ese momento mantuvo una presencia constante en los escenarios españoles, con papeles destacados en: El cerco de Leningrado (1994), de José Sanchís Sinisterra; La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, dirigida por Calixto Bieito (1998); La visita de la vieja dama, de Friedrich Durrenmatt; La muerte de un viajante, de Arthur Miller (2001); y Carta de amor (como un suplicio chino), de Fernando Arrabal, dirigida por Juan Carlos Pérez de la Fuente (2002); e intervino en media docena de películas entre las que destacan: Consultaré a Mr. Brown (1946); El verdugo (1947); y Juana la Loca (2001).
 
   A finales de los años 1990 participó en la serie de Telecinco Periodistas donde dio vida a Gloria, la madre del personaje que interpretaba Amparo Larrañaga. Destacan los siguientes galardones que le fueron otorgados: Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Premio Nacional de Teatro, Premio a la Mejor Compañía de Teatro, Premio Nacional del Círculo de Escritores, Premio de la Unión de Actores, Premio Nacional de la Crítica, Premio Max de las Artes Escénicas a la Mejor Actriz, Premio Mayte de Teatro, Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid y Premio Memorial Luis Parreño a la calidad en el Teatro. Falleció en Madrid, el día 12 de noviembre de 2011, a los 84 años de edad.