Tomás Borras, de Corte a checa

 

  PPG – FNFF
 
 
Tomás Borrás Bermejo nació en Madrid el 10 de febrero de 1891. Estudió el Bachillerato en el Instituto de San Isidro y comenzó la Carrera de Derecho en la Universidad Central. Abandonó los estudios para dedicarse al periodismo: colaborador y crítico teatral de Fígaro, La Tribuna, Nuevo Mundo, El Sol, La Voz, ABC, Blanco y Negro, etcétera. También se dedicó al teatro y a la novela con gran brillantez por su estilo y la profundidad de su temática. Dirigió compañías teatrales y tradujo y adaptó numerosas obras.
 
   Asiduo a la tertulia de Ramón Gómez de la Serna en el café Pombo, aparece en el célebre cuadro del pintor José Gutiérrez Solana. En 1953 fue nombrado Periodista de Honor, Cronista Oficial de la Villa de Madrid y Presidente del Instituto de Estudios madrileños. Obtuvo también el Premio Nacional de Periodismo y el Premio Nacional de Literatura José Antonio Primo de Rivera.   
 
   Falangista de primera hora, escribió sobre nuestra Cruzada y sobre la Falange y José Antonio: Checas de Madrid; Madrid teñido de rojo; El Madrid de José Antonio; Seis mil mujeres (sobre la gran labor que realizaron en Madrid durante la Cruzada las bravas mujeres de la Sección Femenina de la Falange).

 
   Entre otras obras, se pueden destacar también: La pared de tela de araña; Madrid gentil, torres mil (el famoso piropo de Jerónimo de la Quintana); Todos y nadas de la Villa y Corte; La mujer de sal; Luna de enero y el amor primero; Circo secreto; Historillas de Madrid y cosas en su punto; En Madrid, Patria de todos; La sangre de las almas; El Avapiés; Conrado del Campo.
 
   Sus obras de teatro más significativas fueron: El pájaro de dos colores; La esclava del Sacramento; Fígaro; Fantochines… Son numerosísimos sus cuentos, quizás el genero que cultivó con mayor perfección. Muchos de ellos se reunieron en volúmenes, como: Noveletas; Sueños con los ojos abiertos; Casi verdad, casi mentira; Unos, otros y fantasmas; Diez risas y mil sonrisas, cuentos con cielo, Cuentacuentos; Azul contra gris, algo de la espina y algo de la flor, etc. Igualmente fue circunstancialmente poeta: A la bandera de España; A la bandera de Falange…         
 

   También, en el año 1966, fue guionista junto a Antonio Ozores, Mariano Ozores y Manuel Sáez de las Casas de la película Hoy como ayer, que era el homenaje a José Luis Ozores, que actuó todo el film en silla de ruedas, en la que estaba postrado desde hacía más de dos años, debido a la grave enfermedad que padecía, esclerosis múltiple, que le llevó a la muerte el 10 de mayo de 1968 en Madrid. En dicha película actuaron los mejores actores españoles del momento, para acompañar a su compañero José Luis Ozores, que ya no pudo volver a actuar en ninguna película.          
 
   Destacar que era un pionero en muchas facetas. Así, el 24 de abril de 1931, Unión Radio Madrid emitió el radiodrama de su autoría Todos los ruidos de aquel día. El libreto de Borrás es  la primera pieza radiofónica en las que los artificios sonoros alcanzaban presencia fundamental. Las referencias a aquel programa que el autor llamó Telecomedia son insignificantes en la bibliografía especializada posterior en el tiempo, aunque fue un hito muy importante.           
 
   Tenía una colección, enmarcada y distribuida por las paredes de su casa, de los primeros carteles de la Falange. Tomás Borrás era falangista de los tiempos fundacionales. Había pertenecido al corro selecto de escritores y poetas reclutado por José Antonio. Y pertenecía al escaso grupo de falangistas que habían vuelto la espalda a  tentadoras ofertas y jamás había aceptado un cargo oficial ni detentado ninguna clase de poder o regalía.
 
   Estaba casado con la famosa tonadillera La Goya, que actuó clandestinamente como enlace y recadera de José Antonio Primo de Rivera durante la estancia de éste en la prisión, en la que entró en diferentes ocasiones para transmitir y recibir consignas de los jefes falangistas. Se disfrazaba de miliciana y realizaba el papel a las mil maravillas para lograr sus objetivos. Realizó grandes servicios a España y a la Falange jugándose la vida, como la mayoría de las mujeres de la Sección Femenina y su extraordinario Auxilio Azul. Tomás Borrás era un sincero admirador del Caudillo Francisco Franco.
 
   Dejó de existir en su casa de la calle Embajadores, a donde se había mudado para tener más espacio para sus libros y sus cosas, en Madrid, el 27 de agosto de 1976.  
 
 

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