Manuel Pombo Angulo, Médico, escritor y Periodista

 
 
PPG
 
 
 

Manuel Pombo Angulo nació en Santander, en el año de 1912. De niño fue muy aficionado a la lectura, en un ambiente familiar muy propicio a ello, ya que su madre era amante de la literatura. Cuando tenía alrededor de doce años, su padre le castigó y le encerró en la biblioteca, descubriendo las Sonatas de Valle Inclán, lo que le impulsó a escribir versos y cuentos. 
 
   Militante de FET y de las JONS. Médico y Periodista. Comenzó a ejercer como facultativo al tiempo que desplegaba poco a poco su vocación literaria que, al principio, le llevó a cultivar el género periodístico. Fue Corresponsal en Berlín entre los años 1941 y 1944, y, más tarde, fue Subdirector en el diario Ya, en 1944. También Jefe de Redacción de La Vanguardia Española, entre 1942 y 1944. Fue Director del diario Pueblo, de la Organización Sindical, desde 1953 hasta 1955. Fue elegido Concejal en el Ayuntamiento de Madrid, entre 1955 y 1963. Asimismo fue Corresponsal de La Vanguardia Española en Madrid.
 
 
   En 1945 publicó su primera novela: La juventud no vuelve, que se desarrollaba en la II Guerra Mundial. Otras obras suyas son: Hospital General (1948); Sin patria (1950), que le valió el Premio Nacional de Literatura; En la orilla (1950); Valle sombrío (1951), con la que consiguió el Premio Pujol; El agua amarga (1952); Sol sin sombra (1954); y La sombra de las banderas (1969), ambientada en la Cruzada de Liberación Nacional, que le valió el Premio Ateneo de Sevilla. También escribió Teatro, destacando: Te espero ayer, que fue Premio Lope de Vega, en el año 1968. En poesía publicó el poemario Aún. Finalmente, realizó guiones para series de TVE, como Rosi y los demás (1963); Historias de mi barrio (1964); Angelino Pastor (1967); y El Premio (1968).
 
   El sábado 22 de noviembre de 1975, escribió en La Vanguardia Española: “Ayer, los españoles, pese a todas las severas indicaciones en contra, tomaron el camino de El Pardo. Era una marea decidida y silenciosa. Fue inútil que se intentara disuadirles. Franco había muerto y se había dejado, por fin y sin testigos, el dolor familiar. Pero Franco era de todos. También de ellos, que no querían perder su último perfil, que no querían esperar a la mañana siguiente para decirle adiós, para entreverle, por última vez, en esa inmovilidad de los túmulos oficiales, en el mismo lugar donde en tantas y excepcionales ocasiones se habían congregado para vitorear su nombre, vivo.
 
   Recibió el Premio Nacional de Literatura “José Antonio Primo de Rivera”, el Premio Ateneo de Sevilla y el Premio Lope de Vega de Teatro. Se le puso en Madrid una calle a su nombre, con inicio y final en la calle de los Padres Dominicos. Estuvo casado con María Bravo Dunipe, y tuvieron dos hijos: Carmen y Manuel. Falleció en Madrid, en 1995.
 
 
 

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