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Hemos ya vivido muchos siglos del Derecho romano y más de otro del Código de Napoleón; se ha perfeccionado el Derecho penal, el civil y el mercantil y. sin embargo, pese al signo social que viene caracterizando nuestra época, hemos de reconocer, al menos desde el punto de vista de hombres de gobierno, el atraso en que se ha mantenido en la mayoría de los países el Derecho social, que quedó abandonado a la típica ley de la selva de las sociedades primitivas, en que a la falta de la existencia de una magistratura y un derecho social codificado que dirima las diferencias entre los hombres y las empresas se permite la lucha de clases y la justicia por la mano aniquiladora de todo progreso. La inquietud paralela que ha caracterizado a las dos revoluciones ibéricas viene consagrando esta necesidad y la eficacia de la confección de este Derecho. En el «Fuero de los Españoles» y en el «Fuero del Trabajo», se recogen hoy en España los principios básicos del Derecho social que propugnamos. Si sobre ello no puedo ofreceros una disertación erudita, que me llevaría a glosar las grandiosas encíclicas de nuestros Pontífices, sí puedo ofrecer a vuestro estudio la obra de nuestra legislación social en marcha y unas bases, de las que sin duda no ha de apartarse el nuevo Derecho social que, más pronto o más tarde, en el mundo se alumbre.
Francisco Franco Bahamonde
(29-X-1949: Universidad de Coimbra—Portugal.)