Alejandro Salazar, Jefe Nacional del SEU asesinado en Paracuellos del Jarama

 
PPG
 
 
 
Alejandro Salazar Salvador, nació en Almería el 19 de Septiembre de 1913. En esta ciudad cursó sus estudios primarios y secundarios, trasladándose posteriormente a Madrid para estudiar la carrera de Filosofía y Letras. Ingresó en Falange con 20 años,  en febrero de 1934 y durante el verano de ese año organizó la Jefatura Provincial de FE de las JONS de su tierra natal, ocupando la Jefatura Provincial de Almería.
 

   Tras el verano regresó a Madrid, curiosamente un 29 de octubre, siendo designado, en enero de 1935, Jefe Nacional del SEU, Sindicato Español Universitario, sucediendo en dicho cargo a su primer Jefe Nacional Manuel Valdés Larrañaga. Con él conseguiría el sindicato estudiantil un espectacular impulso, llegando a ser el SEU la organización estudiantil más activa y fuerte de España. La redacción de unos nuevos estatutos del SEU, la organización de dos Consejos Nacionales, el establecimiento de la organización en numerosas provincias, etc., son muchos de sus méritos. Esto le llevó a ser nombrado Secretario de la Junta Política de FE de las JONS. Su deseo más sincero fue el lanzamiento del semanario Haz, viendo su primer número la luz el 26 de marzo de 1935.
 
   Tras la persecución y encarcelamiento de la mayoría de los dirigentes falangistas después de la victoria electoral de las izquierdas, en febrero de 1936, ocupó la Secretaria General de la arbitrariamente ilegalizada Falange. Fue detenido el 1 de abril de 1936, ingresando en la Cárcel Modelo de Madrid, situada en el lugar que hoy ocupa el Cuartel General del Ejército del Aire, en el barrio de Moncloa. El juicio se celebró el 30 de abril, siendo absueltos todos los acusados, incluido Alejandro Salazar y siendo declarada la Falange legal. Pese a ello, las autoridades republicanas prefirieron ignorar a los jueces, manteniendo a todos en la cárcel de forma completamente ilegal y, en concreto, a Alejando Salazar, hasta el 9 de noviembre de 1936. Ese día un grupo de militantes del PSOE, PCE y CNT, trasladó a un numeroso grupo de presos, entre ellos a Alejandro Salazar, a la localidad madrileña de Paracuellos del Jarama donde fueron asesinados vilmente. Su cuerpo yace junto a los miles de asesinados en el inmenso Cementerio de los Mártires de Paracuellos, en el extremo final de una de las fosas, la última de la izquierda detrás de la Capilla.