Hermanas Larios Fernández de Villavicencio, heroínas de la Sección Femenina

 
 
PPG – FNFF 
 
   Hijas de los Marqueses de Marzales, Pablo Larios y Sánchez de Piña y de María Josefa Fernández de Villavicencio y Crooke, I Marquesa de Marzales, que tuvieron nueve hijos: Pablo, Natalia, Mercedes, Irene, José, Margarita, María Isabel, María Luisa y Fabiola. Trataremos de María Isabel, María Luisa, Irene y Margarita. Eran naturales de Algeciras, provincia de Cádiz.
 
 
María Isabel (Maribel) y María Luisa (Marilú) Larios 
 
   María Isabel, conocida familiarmente como Maribel, y su hermana María Luisa, llamada Marilú, fueron militantes falangistas de primera hora. Eran Enfermeras Voluntarias de Falange ambas, durante la Cruzada Nacional de Liberación. En plena Batalla de Brunete, se recibió orden de evacuar un Hospital de Campaña. Las hermanas Larios tenían bajo su cuidado a un Alférez y a cuatro Soldados cuyo estado era gravísimo y no podían ser trasladados, por lo que decidieron permanecer con ellos cuidándolos. Cuando los rojos de la 11ª División de Líster entraron en el Hospital, las hicieron prisioneras y las llevaron a Valencia, de donde pudieron ser canjeadas por presos enemigos y volvieron a la España Nacional. Recordemos un poco de historia, consultando lo que publicaba la revista Blanco y Negro el 4 de julio de 1959:
 
   “Julio de 1937, las Brigadas Internacionales, mandadas por Líster y el Campesino presionaron el frente de Brunete. Los defensores del pueblo resisten el formidable ataque, y en el Hospital de Sangre de primera línea, dependiente de la Jefatura Nacional de “Enfermeras y lavaderos” de la Sección Femenina, dos muchachas muy jóvenes, Marilú y Maribel Larios y Fernández de Villavicencio, hijas de los Marqueses de Marzales de Algeciras, permanecen en sus puestos negándose a ser evacuadas… Brunete termina por caer en manos del enemigo al filo de la madrugada. Las dos enfermeras son apresadas… sin darles el trato de prisioneras de guerra y tener en cuenta su condición de mujeres dedicadas al sagrado oficio de curar, son conducidas a pie y bajo un sol terrible, con los soldados apresados, desde Brunete a Torrelodones, donde el propio Líster, que se dice paisano suyo como natural de San Roque, las somete a un interrogatorio. Al anochecer de aquel mismo día, extenuadas por el cansancio, son enviadas en coche al Canto del Pico, cuartel general de Miaja, donde de nuevo se les interroga, ordenando que sean conducidas en Madrid. Es este un momento sumamente peligroso para las muchachas. Los que van a llevarlas a la capital deciden darles muerte en el camino.
 
   Un oficial de la escolta de Miaja interviene a su favor, y son llevadas aquella misma noche a la cárcel de Valencia, donde permanecen incomunicadas por espacio de diecinueve días. Ambas son tratadas como presas comunes, nunca como prisioneras de guerra; pero mientras Maribel permanece encerrada con dos asesinas, Marilú es sacada de la cárcel a medianoche diciéndosele que la van a fusilar. En realidad la traen a Madrid para que hable por la radio y diga al mundo que recibe un trato de favor. A su regreso a Valencia se levanta la incomunicación a las dos hermanas y son llevadas a la prisión de Alacua, que funcionaba muy bien y que los rojos enseñaban, como parte de su propaganda, a la Prensa extranjera. El cónsul de Inglaterra en Valencia se ocupa de ellas, y las muchachas son canjeadas al cabo de tres meses. Marilú y Maribel Larios son de una familia de Algeciras cuyas mujeres hicieron mucho por España…”
 
   Al ser liberadas volvieron a prestar servicios como Enfermeras, esta vez en el Hospital de Villaviciosa de Odón. Se les otorgó la Cruz Roja del Mérito Militar obtenida en el Hospital de Sangre de Brunete (BOE del 13 de diciembre de 1937), concedida por su elevado espíritu y caridad hacia sus heridos y enfermos que las impulsó a no abandonarlos y por ello fueron hechas prisioneras. María Isabel se casó con Carlos Domínguez.
 
   María Luisa, por su parte, años después, se enroló en el grupo de Enfermeras que partió con la División Azul al Frente del Este, prestando Servicio en los Hospitales de Porchow y de Vilna, regresando a España con sus camaradas en el año 1942, primero a Madrid y posteriormente, el 28 de julio de 1942, a Algeciras. El 15 de octubre de 1943, por su Sacrificio y Abnegación ofrendados a los ideales del Movimiento en el desempeño de su labor, la Delegada Nacional de la Sección Femenina, Pilar Primo de Rivera, a propuesta de la Junta Permanente de Recompensas y de conformidad del Secretario General de FET y de las JONS, le concedió la “Y” de Plata Individual. Contrajo matrimonio en febrero de 1954, en la Capilla del Asilo de San José de Algeciras, con Luis Peralta España, con el que tendría dos hijas: María de Lourdes y Beatriz. Falleció en Málaga el 31 de Agosto de 1997.
 
   Irene: nació en Algeciras, Cádiz, el 26 de abril de 1908. Militante falangista de primera hora. Condesa de Revertera. Fue Enfermera Voluntaria de Falange durante la Cruzada Nacional de Liberación. Organizó en 1938 los Hospitales-Enfermerías de Villaviciosa de Odón, Sevilla la Nueva, Getafe, Villaverde y Seseña. Se le concedió la Cruz Roja al Mérito Militar por su labor humanitaria. Se casó en Algeciras, el 9 de julio de 1932, con Johann Revertera Aldobrandini, Conde de Revertera, y tuvieron dos hijos: Lorenzo e Isabel.
 
   Margarita: Militante falangista de primera hora. Se casó en Madrid, el 24 de marzo de 1933 con Miguel Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, hermano del fundador de Falange José Antonio y, por consiguiente, fue cuñada de José Antonio. No tuvieron sucesión. Los tres fueron juzgados al mismo tiempo en el juicio-farsa que montó el Frente Popular en Alicante, a resultas del cual José Antonio fue condenado a muerte. Sin embargo, en su último acto como Abogado, José Antonio pudo salvar la vida de sus hermanos: Miguel fue condenado a cadena perpetua y Margarita, a seis años y un día de cárcel, además de a una multa de cinco millones de pesetas cada uno. Al llegar el final de la Cruzada Nacional de Liberación quedaron en libertad. No tuvieron descendencia.