¡Tu carrito está actualmente vacío!
Puedes consultar la información de privacidad y tratamiento de datos aquí:
- POLÍTICA DE PROTECCIÓN DE DATOS
- SUS DATOS SON SEGUROS
Se olvidan los críticos en esta materia que la acción directa y la justicia por la mano es sólo la ley de las sociedades primitivas, la ley de la selva, y que el juez es el símbolo de la civilización y de la sociedad moderna. En todas las actividades de una nación existe un cauce judicial para resolver los conflictos y las diferencias entre los hombres y las empresas, sean éstas del orden criminal, civil, comercial o administrativo. En todos los casos, es obligada la intervención del juez y de los Tribunales, aun cuando el interés no suele rebasar el círculo de lo privado. Y, en cambio, en lo social, que afecta y repercute en toda la vida nacional en forma grave y trascendente, se abandona la solución del conflicto a aquella vieja ley primitiva, que suele acabar en represión y en caos. Pueden las naciones ricas y poderosas darse el lujo de perder jornadas de trabajo, disminuir sus producciones, paralizar sus muelles o sus comunicaciones con daño en el bien común; pero esto no pueden hacerlo los Estados que, como el nuestro, necesitan de todos sus esfuerzos y de toda su energía para su resurgimiento y para mejorar el nivel de vida. El que los que explotan estas perturbaciones en provecho propio ataquen nuestro sistema y procuren desde fuera, con radios y propaganda, perturbar-nos, no deja de ser comprensible, pero no es justo.
Francisco Franco Bahamonde
(10-VI-1957: Declaraciones a «Noticias Católicas», de Washington.)