Pensamiento de Franco: La elevación cultural y las tareas educativas

Por ello, aún a conciencia del carácter minoritario de algún pequeño sector juvenil contagiado de las ideologías negativas o enrolado en el comercio de la subversión, no queremos dejar de señalar cuánto lamentamos sus errores, que aunque afortunadamente no alcancen las dimensiones trágicas que se dan en otros países, son suficientes para entorpecer el derecho de una gran mayoría de jóvenes y de sus familias a que la educación y formación profesional pueda desarrollarse con adecuado rendimiento. Sin embargo, esas alteraciones en la Universidad han servido para despertar la conciencia y responsabilidad en los medios docentes y la repulsa general de la nación ante el espectáculo que le ofrecen quienes están llamados en el futuro a continuar el proceso de nuestro desarrollo.

Ello, no obstante, en nada disminuye la ilusión que todos ponemos en mejorar día a día nuestras instituciones educativas. La elevación del nivel cultura de los españoles ha venido a constituir un clamor popular, al que prestamos todos nuestros recursos. Desde la ancha base de la formación primaria, al plan de instalaciones educativas, se lleva a cabo una política de enseñanza sin escatimar medios docentes; en la universalización de la enseñanza media y su extensión a todos los españoles reside la base para multiplicar nuestros recursos económicos, científicos y convivenciales. La difusión de la cultura entre los españoles es la hermosa aventura que llegará insistentemente a todos los rincones de la patria. El reto de nuestro tiempo es la formación y la enseñanza, y en ellas estamos emplazados, con la esperanza firme de conseguir los más evidentes resultados.

(30-XII-1968: Mensaje de fin de año)

 

 

 

 

 


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