Pensamiento de Franco: La Sanidad y el Seguro de Enfermedad

Nuestro Movimiento ha querido disminuir en cuanto esto es posible las irritantes diferencias sociales, muy especialmente en el infortunio, y que aquellos recursos que la ciencia médica puso a disposición de los hombres para su curación no sean feudo de una pequeña minoría. Redimir a los trabajadores ofreciéndoles los medios para enfrentarse con los casos de necesidad de curaciones costosas fuera de su alcance, ofreciéndoles modernas instalaciones, nuevos aparatos y los más destacados y valiosos equipos.

Una revolución es mucho más de lo que algunos simplistas creen. No se puede hablar de ella alegremente: una revolución se hace con tenacidad, con energía y con razón. La revolución no es, como algunos piensan, la acción explosiva de la violencia, sino precisamente un proceso de cambios y de realizaciones en la vida entera de la nación. Teníamos que hacer una revolución de la Sanidad para que la gran obra sanitaria llegase a todos los rincones españoles. Y no lo hubiéramos logrado si no hubiésemos creado el Seguro de Enfermedad, si no lleváramos a todos los rincones el derecho a la asistencia médica y que ésta no fuera la asistencia vulgar y mezquina que antes se podía dar en los pueblos o podía ofrecer el comercio de los particulares: necesitábamos el equipo, la coordinación, los aparatos, todo lo que encierran estos grandes edificios y grandes realizaciones. Y todo esto es necesidad y es justicia. La Sanidad era lo primero, porque hay que vivir y hay que atender al hombre y a la familia; la casa vino después, y con ella los Seguros Sociales, la atención a la vejez, las Mutualidades, todas esas hermosas obras, que tendrán imperfecciones humanas como todas las obras de los hombres, pero que son una realidad.

Francisco Franco Bahamonde

(6-X-1955: Inauguración Residencia Sanitaria Francisco Franco.)


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