¡Tu carrito está actualmente vacío!
Puedes consultar la información de privacidad y tratamiento de datos aquí:
- POLÍTICA DE PROTECCIÓN DE DATOS
- SUS DATOS SON SEGUROS
Entre los pueblos católicos del mundo no hay antecedentes de un Movimiento revolucionario como el nuestro, con sus legiones de muertos y sus millares de mártires, con la herencia sagrada de la moral y del entusiasmo de sus caídos. Se consideraba como axioma que los grandes movimientos populares eran sólo posibles bajo un signo irreligioso y un fondo de aspiraciones irrealizables. Mientras el mundo entero admitía que la revolución rusa era un hecho significativo como punto de partida para una singular experiencia histórica, no quiere admitir todavía la nobleza y a grandeza de la Cruzada española; prefieren encasillar nuestra revolución nacional en el repertorio de los pronunciamientos y de las dictaduras, en el catálogo de las experiencias y las incidencias políticas pasajeras. El mundo no quiere todavía otorgarnos el crédito moral necesario, ni quiere tomar en consideración que este viejo pueblo de España se levanta y se rehace apoyándose directamente en los valores morales de la fe católica y dando de lado a todas las deformaciones, supercherías y aberraciones lanzadas por nuestros enemigos seculares y admitidas sin el más ligero examen fuera de España.
(31-XII-1951: Mensaje de fin de año.)