Fray Justo Pérez de Urbel, primer Abad Mitrado del Valle de los Caídos

 
 
PPG – FNFF 
 
 
 
Justo Pérez Santiago, conocido con posterioridad como Fray Justo Pérez de Urbel y Santiago, nació en Pedrosa del Río, Burgos, el 8 de agosto de 1895. Ingresó en 1907 en el Monasterio de Santo Domingo de Silos. Profesó en 1912, y fue Ordenado Sacerdote en 1918. En 1925 empezó a escribir libros de Historia, Biografía, Liturgia y Arte. Fue Clérigo, Miembro de la Orden Benedictina, O.S.B y destacado investigador de la Edad Media castellana.
 
   A mediados de 1938, en plena Cruzada, el Cuartel General del Generalísimo se trasladó a Burgos, instalándose la Delegación Nacional de la Sección Femenina de la Falange en el Convento de las Salesas. Pilar Primo de Rivera, buscaba una persona capaz de ordenar espiritualmente la vida religiosa de la Organización. Severino Aznar, padre de Agustín Aznar, le comentó que en Santo Domingo de Silos había un Monje, espiritual y erudito, que sería bueno para el caso. Pilar se dirigió a la Abadía proponiendo la candidatura al Abad Luciano Serrano.
 

Fray Justo con los reyes belgas Balduino y Fabiola en el Valle de los Caídos 
 
   En 1938 se le designó Director de la revista Flechas y Pelayos, contando con la ayuda de Avelino de Aróztegui y de Pilar Valle. También escribió para la revista la sección de Doctrina y estilo. Al concluir la Cruzada de Liberación Nacional, fue nombrado Prior de la Iglesia de Montserrat de Madrid y Capellán de la Sección Femenina de la Falange.
 
   Fue Consejero Nacional del Movimiento y Procurador en Cortes. Doctor por la Universidad de Madrid, en la cual alcanzó en 1948, por Oposición, la Cátedra de Historia de la Edad Media de España. El 17 de julio de 1958 fue investido como primer Abad de la Basílica de Santa Cruz del Valle de los Caídos. La bendición del templo fue realizada por el Abad del Monasterio de Santo Domingo de Silos, Isaac María Toribios quien, tras oficiar una Misa rezada, procedió a la entrega de las llaves de la nueva Abadía. La investidura prosiguió con la colocación de los capisayos y pectorales, y del solideo y birrete, tras lo que pronunció unas palabras de agradecimiento hacia el Santo Padre, los superiores de su Orden y al Caudillo Francisco Franco. Renunció al cargo en 1966 por motivos de salud. El 15 de noviembre de 1967 formó parte del X Consejo Nacional de FET y de las JONS. También fue Consejero de Honor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Director del Colegio Mayor “Marqués de la Ensenada”.
 
Fray Justo en el Valle
 
   Su obra literaria es muy copiosa: 71 libros y más de 700 artículos, reseñas, traducciones, etc, destacando algunas obras de género histórico como: Historia del Condado de Castilla (1945)); Sancho el Mayor de Navarra (1950); Fernán González, el héroe que hizo a Castilla (1952); Sampiro. Su crónica y la monarquía leonesa en el siglo X (1952); Los Mártires de la Iglesia (Testigos de su fe) (1956); El Condado de Castilla: los 300 años en que se hizo Castilla (1969); García Fernández (El conde de las bellas manos) (1979). Entre sus títulos de tema hagiográfico y litúrgico se pueden citar: Vida de Cristo; El año cristiano; y San Pablo, Apóstol de las gentes. Intervino en la Corona de Sonetos en Honor de José Antonio Primo de Rivera, con el poema Su muerte es vida.
 
   Falleció en el Valle de los Caídos, el 29 de junio de 1979.